Noviembre trajo regalos de todo tipo, y en este plenilunio
llega a confortarnos con la energía Gemi-tariana que no vive su mejor momento
con el Abue Saturno hospedado en la casa del Centauro.
La cosecha se viene abundante. El Sol ya se encuentra
sagitariando desde hace unos minutos y su energía nos permite expandirnos
interna y externamente... Ya que no puedo viajar en esta época escogeré un buen
libro y me regalaré el disfrute de una gran aventura.
La Luna ya está coqueteando con el Sol acercándose a Géminis
y nos entran deseos de curiosear en eso que llamamos creencias… Ufff, hay tanto
paño que cortar en este tema, sobre todo con los últimos sucesos que han
marcado la noticia ¿Hasta donde puedo estar preso de una creencia? ¿Cuánto
puedo hacer para alcanzar el cielo prometido?
Hay creencias llenas de luz que nos permiten crecer,
expandirnos, evolucionar y llegar hasta el Cielo… Es maravilloso creer en uno
mismo, confiar en que somos merecedores de la total abundancia que regala el
Universo… Creer en la vida, en los seres humanos, en la naturaleza siempre
pródiga y fecunda… Creer que no estamos
solos, que somos sostenidos por fuerzas superiores y que aunque caigamos no nos
lastimaremos… Sí, es bello creer…
Pero hay creencias limitantes, empequeñecedoras… creencias
que oscurecen, que encarcelan, que castran, que estancan… Es terrible creer que
todo aquel que piensa distinto a ti es tu enemigo. Igual de horrible es creerse
dueños de la verdad absoluta y pensar que el resto es ignorante… y muy triste
es estar convencido de que para ganarte el cielo debes eliminar a todos tus
contrarios, a todos los que no están de acuerdo con tus objetivos… Sí…también
puede ser muy feo creer…
Poner la FE en algo lo convierte en realidad… Ya lo dijo el
Maestro Jesús:
En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte:
’Quítate y arrójate al mar, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice
va a suceder, le será concedido’. (Marcos 11:23) y cuando estás convencido de
algo, no solo creyendo, sino también sintiendo que algo es así, no importa lo
que esto sea, creas una realidad.
Ya es del conocimiento de todos que hemos creado el mundo en
que vivimos, que estamos creando nuestras vidas, que así atraemos enfermedades,
carencias, dolores, solo porque estamos convencidos que eso nos sucederá… y los
menos crean realidades alegres, abundantes, maravillosas…
Mente y Corazón trabajando en armonía, convencidos de algo
lo traen a la realidad… y eso puede ser maravilloso, pero también doloroso…
Tiempos de claridad… Ya no podemos echarle la culpa a nadie
de lo que sucede en nuestras vidas y en todo el mundo… Millones de personas
pensando en la guerra crean una guerra… Billones de personas teniendo creencias
de escasez, de desigualdades, de no merecimiento, de victimismo, de explotación
y sometimiento, crean continentes enteros viviendo esa cruda realidad…El Sol en
Sagitario, con su desparpajo habitual nos dice: ¿De qué te quejas? Eres el
responsable de tu propia realidad personal y colectiva… Y la Luna en Géminis
nos susurra: No se crean todo lo que dicen, investiguen, saquen sus propias
conclusiones… y el conocimiento te dará libertad…
Y esa ese es el regalo que nos trae esta Luna Llena
geminiana: Conocer, descubrir, ampliar, expandirnos, agrandar nuestro mundo
para poder ser libres. Cuando conoces la verdad nadie puede manipularte porque
tú estarás en conocimiento de todas las partes de una situación. No sirve
conocer solo un lado de la verdad, eso limita, empequeñece. Hay que pasar por
Géminis (conocimiento) para llegar a Sagitario (Sabiduría).
Cerramos el ciclo abierto en la Luna Nueva en Escorpio que
permitió emerger desde las sombras verdades veladas por siglos… Ahora podemos
ver con claridad… Queda la curiosidad, el deseo de investigar, el impulso de
conocer y esa energía nos la entregará la Luna cuando llegue con sus maletas
cargadas de suvenires para todos sus amigos el 25 de noviembre y se hospede por
30 días en Géminis…
Feliz Luna Llena y aún más feliz encuentro con la verdad…