Primera
decisión: En vez de resistir… Yo Acepto
Acepta lo táctico, lo que es un hecho. Hay circunstancias
que, por más que te esfuerces, no puedes cambiar —al menos no tan rápido como
te gustaría. Que quede claro: no estoy sugiriendo que te resignes. Tú
puedes aceptar las circunstancias actuales —simplemente por el hecho de que en
este momento, son esas las circunstancias— y a la vez elegir cambiar lo que está
en ti modificar.
Segunda
decisión: En vez de resignarme… Yo aprovecho
Aprovecha lo que sí está en tus manos hacer, lo que tú sí
puedes controlar, aquello en lo cuál sí tienes injerencia y te es posible
llevar a cabo. ¿Qué
oportunidades puedes aprovechar?
Cuando identificas tus oportunidades y actúas para aprovecharlas, te
alejas de la ansiedad producida por la sensación de estar fuera de control. En
vez de sentirte al efecto pasas a
Tercera
decisión: En vez de evadir… Yo Asumo
¿Qué de lo que te afecta tiene que ver contigo? Si evades tu responsabilidad,
niegas tu poder y tu capacidad para aprender. Cuando asumes lo que te
corresponde te adueñas de tu poder al momento que tomas consciencia sobre lo
que puedes aprender y mejorar.
Cuarta
decisión: En vez de sólo desear… Yo Me Comprometo
. El deseo debes acompañarlo con el compromiso de hacer lo
que haga falta hacer para mejorar tus circunstancias.
Quinta
decisión: En vez de preocuparme… Yo Me Ocupo
El antídoto para tus preocupaciones: ocúpate; ponte en
acción; muévete hacia lo que quieres y está en ti lograr.
Sexta
decisión: En vez de olvidarme de lo que tengo… Yo Agradezco
Cuando los niveles de estrés se incrementan y te
encuentras rodeado de cambios y nuevos desafíos, es normal que pierdas
perspectiva y te desconectes de lo que tienes. En medio del caos corres el
peligro de dar por sentado y olvidarte de lo que realmente llena tu vida y
constituye tus éxitos y fortalezas. La gratitud es un excelente antídoto ante
las sensaciones de desesperanza, ya que te permiten conectarte con la
abundancia y magia de tu vida. El agradecer te permite enfocarte en lo que tienes
—para continuar avanzando hacia tu éxito y plenitud— en vez de aquello que te
hace falta.
Séptima
decisión: En vez de desconfiar… Yo confío
¿Estás eligiendo creer que tus problemas son más grandes que
tú o que tú eres más grande que ellos? ¿Crees que tus circunstancias negativas son permanentes o
sabiamente eliges creer que todo se mueve en ciclos y que después del invierno
viene la primavera?
Octava
decisión: En vez de visualizar en negativo… Yo Apuesto a Ganar
Como decía Henry Ford, “si crees que puedes o crees
que no puedes, estás en lo cierto”. En ti está elegir consciente mente apostarle
a tu éxito y tener fe en que todo lo que sucede es lo mejor. Ya lo que queda es
apostar a ganar… y llevar tus decisiones a la acción.
Ste me biene al pelo.gracias
ResponderEliminar