domingo, 13 de febrero de 2011

cuento sufi


Dice un viejo cuento sufí que cuando un niño está en el seno de su madre tiene todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas hay en el mar y cuántos granos de arena en el desierto. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y conoce hasta la última letra de la Torah. No hay misterio sobre la faz de la tierra que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver. Pero cuando está a punto de nacer, su ángel de la guarda baja del cielo y colocando un dedo sobre sus labios, sella todo su conocimiento dentro de él, y le susurra una sola palabra:


- “Aprende.” (Cuento Sufí)

Preciosa leyenda para explicar el hoyuelo que poseen muchas personas... ¿Verdad?
choco

4 comentarios:

  1. Precioso cuento Marisa nunca es tarde para aprender cosas nuevas
    un saludo

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  2. Verdad que no GALÁN, y el tiempo del aprendizaje es tiempo de magia, de descubrimientos maravillosos, de eterna inquietud y posteriormente quietud cuando te satisfaces, pero poco dura esa quietud (por suerte)pues pronto te embarcas en un nuevo viaje inquietante hacia lo desconocido con intención de conocerlo. La magia de conocer es el motor de mi vida, y por Dios y los ángeles que me acompañe siempre, pues me hace fuerte y me da libertad, la libertad de saber que lo que me interesa sólo tengo que buscarlo y saciarme y de esa manera me quito algo de las ataduras que nos rodean y nos impiden movernos. En fin...os dejo. Chao.

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  3. Gran mujer lo expresas genial, me encanta como lo describes de verdad ,todo lo que escribes parece que te sale del alma

    FELICIDADES

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  4. Y en verdad me sale del alma,
    de ese alma inexistente
    tal cual nos la han mostrado
    pues todo en nosotros es cuerpo-alma
    alma-cuerpo sin separación real
    sin línea separatoria
    y sin márgenes matizados.


    Todo en nosotros si es vida
    eso si, vida, vida eterna
    vida nueva, vida impregnada de amor
    vida que en nosotros existe sin condición.

    Gracias Galán por el alago, a todos nos gusta escuchar cosas bonitas, pero tengo que decir que yo estoy "necesitada" de comentarios "bonitos-sinceros", sin acritud, sin envidias y sin recelos. Gracias.

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