¿Cuántas veces hemos oído hablar sobre algo llamado “aura“? Muchas, ¿verdad? Son varias las definiciones que podemos encontrar a través del tiempo, es un campo de energía que emanamos, . Podemos definir el Aura como una vibración rodeando todo objeto material.El aura humana es el conjunto de los cuerpos sutiles que poseen los seres humanos, además del físico. Estos cuerpos de leve densidad aparecen a veces de distintos colores para el observador casual.
Se sostiene que las auras se pueden ver a simple vista, creen que esta habilidad se debilita con la edad.
El aura se considera dividida en siete estratos o capas relacionadas directamente con los siete chakras. Cada uno de esos estratos puede tener uno de los once colores del aura. Aquel color que se repita más, es considerado como el «color básico» de la persona, permanente a lo largo de la vida y capaz de mutar solo en circunstancias muy específicas. Cada color básico tiene asociadas cualidades positivas y negativas. Los demás colores presentes en el aura, se asocian con los estados interiores momentáneos de la persona, o una etapa determinada de la vida.
¿ES POSIBLE VER EL AURA?
Si la persona que observa está en un estado expandido de conciencia, en un estado alfa de funcionamiento cerebral o en un estado de gran relax y serenidad, es frecuente que observe el aura humana con gran claridad y nitidez. Verá distintos tipos de energías y colores por encima del cuerpo físico de las personas que contemple, sobre todo alrededor de la cabeza.
Las personas más clarividentes ven el aura completa, que presenta la apariencia de un huevo que envuelve a la persona, e incluso el color y matices de las energías que circundan los órganos internos del cuerpo. Muchos perciben claramente el aura humana sin necesidad de entrar en estados alterados de conciencia. En cualquier caso, el aura se puede percibir con facilidad entrecerrando los ojos, desenfocando un poco la vista y respirando profundamente, si miramos a una persona situada bajo una luz tenue y sobre un fondo blanco.
COMO VER EL AURA
Lo primero es hacerse con dos tipos de cartulinas, una de color negro y otra de color blanco. Estas cartulinas nos ayudarán a hacer de pantalla para facilitarnos la visión del campo energético. Hay personas que ven mejor con un fondo negro y otras que ven mejor con un fondo blanco, así que con la práctica podrás determinar con cual de ella te sientes más cómodo. De todas formas de momento vamos a trabajar con ambas.
La parte del cuerpo que vamos a utilizar para ver nuestra aura será la mano. Vale la izquierda o la derecha, lo que te resulte más fácil. Utilizamos la mano porque en ella siempre se concentra mucha energía y nos facilita las cosas.
Es muy importante que tengas en cuenta que vas a ver el aura no con tu visión central, sino con tu visión periférica, lo que equivale a decir que mientras tu mirada estará depositada en una parte de la mano tu atención se dirigirá a los bordes de la misma. Esto resulta un poco difícil al principio porque estamos muy acostumbrados a concentrar nuestra atención donde ponemos nuestra mirada
el ejercicio se desarrolla de la siguiente manera. Pon una de las cartulinas debajo de la mano que quieres ver. A una distancia de unos 10 a 30 cm. La mano ha de estar abierta y los dedos un poquitín separados entre sí de manera que puedas ver también su energía por separado. Ahora deposita tu mirada en el centro de la mano, pero utilízala más bien como un punto de fuga, es decir, aunque tu mirada está dirigida hacia el nudillo del centro haz como si quisieras ver más allá, es decir, como si quisieras ver qué hay detrás de la mano en la cartulina. A veces puede ser muy útil desenfocar un poco la mirada.
Poco a poco tendrás que ir intuyendo como una neblina transparente rodea tu mano que es tu doble etérico y con el paso de los segundos tendrás que ir descubriendo ya esa neblina con tus propios ojos. Descansa tras unos minutos y prueba el mismo ejercicio con la otra cartulina.
No es normal que las primeras veces veas colores en esa neblina, lo más natural es que la veas transparente y de poco grosor. Pero si sigues practicando verás cada vez con más claridad que esa neblina se hace mucho más gruesa y que adopta algún que otro color. Recuerda que no tienes que ver nada prefijado, ni de una forma concreta. De hecho a veces es posible que veas como uno de tus dedos parece más largo que los otros, o que en determinada zona de la mano la neblina es más gruesa que en el resto.
Tómate lo que veas de manera natural, no lo trasciendas demasiado porque recuerda que es una capacidad que ya tenías de pequeño, pero que se te olvidó. Además te recordamos que todo el mundo puede conseguirlo, así que no desesperes y si de veras tienes ganas de conseguirlo sigue practicando.
SI CONSIGUES VER EL COLOR TE INVITO A PONERLO EN LA ENCUESTA
me gusta esto me parece interesante, haber si me sale
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