TOCA
Toca las partes que amas de tu cuerpo. Da abrazos en la
panadería, en el parque, en las puertas de toda la ciudad. Besa a la gente en
la mejilla. Acaricia a tu mascota un poco más que ayer. Saborea la sensación de
un pañuelo de seda, de una pieza de madera, de las diferentes texturas. El
musgo, las cortezas, la tierra, las rocas, el aire y el agua. Mientras más lo
hagas volverán a ti los rituales que te constituyen.
ESCUCHA
Siéntate en silencio y observa cuanto hay allí para ser
escuchado, identifica tus propios silencios, aquellos que debes abrir y
aquellos que deben permanecer. Escucha hasta la última nota de cada canción.
Escucha tu voz interna, oye el susurro de las hojas, el llamado de las ranas,
el crujido de la madera. Escucha con tu corazón y siempre escucha aquello que
nunca es hablado.
SIENTE
El dolor, la tristeza, la nostalgia, experimenta el gozo,
hasta que sientas que vas a evaporarte. Permítete reír hasta que te duela,
siente el amor desde lo más profundo de tu corazón. Ríndete a la sensualidad de
la vida. Danza, gira déjate fluir, permite que la piel retorne a sus inicios,
vuelve al origen.
CONFÍATú sabes lo que necesitas saber, detén tus dudas, y
construye el sendero que necesitas para continuar tu camino. Te arrepientes
cuando desconoces o niegas tu intuición. Deja que el flujo interno aflore al
exterior y te envuelva en su danza.
REÚNETE
Con los hombres y mujeres que amas, camina con ellos, habla,
escucha, baila, observa y déjate observar, enrédate con sus historias, reconoce
en ellas parte de las tuyas, comparte, entrégate.
RECIBE
Ábrete a recibir, abre tus manos para que sean llenadas con
abundancia, recibe todas las cosas buenas que mereces, acepta las miradas, las
caricias, las palabras llenas de amor, y recuerda siempre mostrar gratitud por
tu vida.
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