Ya vimos que el arcano del Tarot que regirá este año será La
Justicia, pero todavía podemos desglosar la cifra, separándola en dos mitades y
tomando la carta 20 para el primer semestre del año y el arcano 15 para la
segunda mitad.
Ya hemos analizado la primera parte , El Juicio, en dos
oportunidades - aquí y acá - así que este año nos referiremos solo a la carta
15 que es representada por el arcano El Diablo… y no hay porque asustarse
tanto... Cuando vemos esta lamina es porque ella nos está mostrando nuestra
inconsciencia, nuestros miedos... y miedo es lo contrario al amor… a la vida,
al crecimiento y evolución.
Si observamos la carta de El Diablo veremos ahí a tres
personajes: Un demonio alado que está por detrás de una pareja que representa a
la especie humana y ellos están ahí, aparentemente encadenados a esta figura
repulsiva que en realidad no los tiene atados. Tienen una cadena colgando de
sus cuellos, pero sus manos están libres y podrían escapar si lo quisieran,
pero son inconscientes de su libertad.
La cadena está rodeando sus cabezas y eso es lo único que
encarcela este diablo porque nos mantienes encadenados a través de nuestra
mente. Nos llena la cabeza de creencias limitantes que nos impidan ser libres
porque al demonio no le interesa, no le conviene nuestra libertad... Se
acabaría su reinado.
No existe peor cárcel que que la mente. Allí albergamos
ideas, recuerdos, suposiciones, obsesiones, temores, traumas, rencores,
planes... y así permanecemos atados a todo eso y no salimos de ese territorio
conocido pero bastante restringido. Sin
darnos cuenta creamos un cerco mental del que no nos atrevemos a salir porque
nos resulta bastante cómodo y porque hemos aprendido a vivir dentro de él... es
nuestra zona de confort.
Hemos acumulado demasiados diablos en nuestra vida y son
todas esas falsas creencias (herencia, educación, cultura, religión, política,
información, afectos) que nos mantienen presos… Este es un tiempo para buscar y analizar minuciosamente
nuestro amplio sistema de creencias de todo tipo. ¿De dónde nacen tus
creencias? ¿Quién te ha inculcado ciertos temores? Investigas antes de creer o
basta con que alguien te diga algo para hacerlo una creencia? ¿Crees todo lo
que dicen los informes noticiosos? ¿Juzgas a las personas por los chismes
acerca de ella? ¿Recuerdas cuándo nació ese rechazo hacia los sombreros negros?
¿Por qué te sientes culpable cuando comes muchos dulces?
Recuerdo que cuando niña las monjitas del colegio nos decían
que había en el tercer piso un cuarto de castigos donde nos llevarían si nos
portábamos mal… Todas temíamos pasar por
la puerta de ese lugar donde se divisaba una sombra parada junto a la ventana y
manteníamos un comportamiento inmejorable para no ser llevados allí. Pasados
los años, ya en cursos superiores, descubrimos que ese lugar era la sala de
utilería donde se guardaban los trajes y ornamentos de las obras que anualmente
representaba el colegio y la sombra que veíamos desde afuera era un maniquí con
un traje y un sombrero.
Para mi este es un claro ejemplo de un diablo, porque
estuvimos muchos años presas del temor de algo inexistente… y cuantos miedos
hemos sentido por cosas inventadas por otros (padres, profesores, gobiernos,
religiones, etc.) para mantenernos bajo control.
La segunda mitad del año 2015 nos invitará a reconsiderarlo
todo acerca de esos temores, suposiciones y obsesiones que nos impiden avanzar.
¿A qué le temes? ¿te sientes rechazado por los demás? ¿Cuándo te obsesionaste
con la comida? ¿Tus creencias son una cárcel? ¿Por qué no logras crear lazos
afectivos? ¿de dónde viene tu excesiva desconfianza?
Es un tiempo para reflexionar y para soltar todos esos apegos a tantas
convicciones erradas y hacer uso de esta libertad que nos regala la nueva
energía que reina en el planeta hoy y que son el regalo de estos tiempos
maravillosos.
Ya somos cada vez más conscientes de nuestro propio poder
creador y hacemos nuestro el paradigma de que CREER ES CREAR por lo tanto
comprendemos que somos nosotros quienes generamos las condiciones de vida que
llevamos
No hay peor diablo que nuestros propios pensamientos… Entonces
este año propone revisar ese laberinto
interminable que es la mente ¿Te atreves? ¿Estás dispuesto a soltar esas
cadenas que te atan a tus diablos?
Y tú, mi querido lector, libérate, corta tus cadenas y vive
en total libertad... Eres único, libre, consiente, divino, luminoso... No lo
olvides...
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