El Año de la Cabra… Calma… todavía queda terminar el ciclo del caballo… El año de la Cabra se inicia el 19 de febrero… nos queda un rato de cabalgata así que a poner toda nuestra energía en salir dignamente de esta galopante experiencia. Avanzamos a todo trote por un año que ha sido bueno si lo miramos desde el punto de vista material y mejor si le damos una mirada espiritual.
El Caballo sigue con nosotros, lo escuchamos relinchar de vez en cuando y nos recuerda que estamos todavía en este proceso de transición a un espacio energético más luminoso. Sigue quitando máscaras y honrando la verdad y tiene a las economías de todos los gobiernos tiritando… Se ha instaurado la era de la inestabilidad porque la humanidad ha aceptado al fin que lo estable y perdurable es una falacia.
Y desde el establo, el Caballo de madera limpia el camino para darle la bienvenida a la Cabra que se acerca tan mansa y delicada que sentiremos el cambio de energías apenas llegue. Cruzaremos un portal desde lo externo a lo interno. La cabra es tierna y dulce… Adora la tranquilidad del hogar y rodearse de los que ama… y esas energías son las que nos hará trabajar.
El caballo nos exigió rapidez, velocidad y resistencia. Hubo que demostrar que somos aptos para la nueva vida y después de esa exhaustiva selección viene el trabajo interior. Porque la cabra llega para obligarnos a detenernos, pausar la vida y mirarnos… y mirarnos… y mirarnos para que lleguemos al pleno conocimiento de nosotros mismos.
¿Será un año aburrido? – me pregunta una asidua visitante de este blog y le respondo que no… Una de las tareas de la cabra será justamente derribar ese añejo paradigma que les hacía creer que para entretenerse había que salir, estar con mucha gente, disfrutar del ruido, comer y beber en demasía, bailar hasta quedar exhaustos y llegar a casa semi atontados para caer en una cama –si tienes suerte de llegar hasta ella– y despertar a las pocas horas agotado y arrepentido de todo ese exceso… Con la ovejita aprenderás a disfrutar de quedarte en casa charlando con tus parientes o leyendo un libro o descubrirás lo divertido que puede llegar a ser tejer un par de polainas a tu hermana y un chaleco a tu padre… o puede que decidas hacerte un chal con agujas y un telar y quedes maravillada de tu poder creativo… Todo lo que sea expresión del Ser, la Cabra lo aplaudirá…
Así que sigue disfrutando de la suaves o bruscas pataditas del Caballo de madera. Queda más de un mes de reinado equino por este redondo planeta.
No crees expectativas respecto al año de la Cabra. Simplemente relájate… sigue con la fusta en mano, perfecciona tu trote y déjate llevar por este brioso corcel que hace de tu vida un zarandeado caminar…
…
Siempre me sorprendo de aquellas personas que esperan cosechar deliciosas uvas cuando lo que sembraron fueron unos desabridos zapallos… y es absolutamente metafórico porque me refiero a quienes esperan que se les de amor, confianza, gratitud o amistad cuando lo que ellos han dado ha sido lo opuesto o algo muy distinto.
La vida es como un gran campo donde podemos crear nuestro huerto. Seleccionamos las semillas que usaremos y las depositamos en la tierra brindándole todos los cuidados necesarios para que broten las hierbas que queremos disfrutar… sería raro que sembraras papas, tomates, maíz y cosecharas , zanahorias y repollos… Sí, sería bien raro… Pero en la vida es justamente lo que hacemos… Vamos sembrando por ahí cosas que no son de nuestro agrado y esperamos cosechar solo lo que nos gusta. Y eso es porque no estamos suficientemente despiertos –conscientes– como para darnos cuenta y asumir la responsabilidad de que nuestra cosecha energética es producto de nuestra siembra y vamos culpando a los demás, a la vida, al cruel destino y hasta a Dios y todo lo que provenga de afuera… La culpa está allá… en otro.
Asumir que somos sembradores energéticos es parte de nuestro proceso de evolución. Es volvernos conscientes de que con cada pensamiento, con cada palabra y con las acciones estamos lanzando semillas al Universo que algún día germinarán y darán los frutos de una cosecha…
Por eso si te estás preguntando el porque de tus fracasos, el porque de tu soledad… si te quejas de la pobreza, si no te sientes querido es hora de revisar todo lo que has sembrado hasta ahora… Y lo bueno es que siempre, en cualquier momento tú puedes cambiar tu siembra por otra que si sea de tu agrado.
Siempre, en cualquier época del año, cualquier día, a cualquier hora y en todo lugar, con todas las personas puedes sembrar simpatías, alegría, amistad, compasión, afecto, lealtad, apoyo, cariño, gratitud, risas, incondicionalidad, paz, amistad, amor, impecabilidad… y todo lo que anheles ver reproducido en tu vida…
Se consciente desde ahora de lo que estás sembrando con cada pensamiento, con cada palabra, con tus sentimientos y con tus acciones –incluso las más mínimas– porque todo es parte de tu huerto energético y tarde o temprano cosecharás tu siembra…
Recuerda que siempre estás sembrando y por eso pon atención a cada una de las semillas que estás poniendo en tu huerto…
Así que si tu entorno carece de abundancia, de amor, de amistades, de éxito, de alegría y de felicidad va siendo hora de que empieces a sembrarlo para poder recibir esa cosecha…
Entonces… ¿Qué decides sembrar?
Te deseo una buena siembra y una abundante y feliz cosecha…
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